Antonio Araujo, orígenes de Carboexpor

Antonio Araujo, como tantos otros españoles, tuvo que emigrar a Alemania en busca de un trabajo que le permitiera mantener a su familia. Allí conoció otra cultura y otra forma de ver la vida. Y lo que más le llamó la atención es que los alemanes eran grandes amantes de las barbacoas y que necesitaban grandes cantidades de carbón y briquetas para hacerlas.

Así que, a su vuelta a España, no lo pensó mucho y decidió sacar provecho de su experiencia. Alquiló una nave y creó la empresa Carboexpor, dedicándose principalmente, a suministrar carbón vegetal y briquetas allí donde hubiera demanda.

Con el paso de los años, la empresa creció y sus hijos empezaron a trabajar codo con codo con él. Ampliaron la empresa hasta tener los 45.000 metros cuadrados de terreno que albergan los almacenes y naves de sus productos. Y se dedicó a fabricar, distribuir y vender productos biocombustibles sólidos a partes del mundo tan distantes como toda Europa, incluida Inglaterra, y Emiratos Árabes.

Hoy en día sus nietos están aprendiendo el oficio de Antonio para que la empresa siga adelante en los años venideros. Un futuro asegurado para un negocio cada día más en alza.